Cartas a los Tesalonicenses

Índice

1 Pablo y los tesalonicenses

1.1 Ciudad de Tesalónica

1.2 Comunidad cristiana

2 Estructura de las dos cartas

2.1 Propuesta literario-epistolar

2.2 Propuesta retórica

3 Teología

3.1 Líneas teológicas principales

3.2 Líneas teológicas menores

4 Contenidos

4.1 Primera carta a los tesalonicenses

4.2 Segunda carta a los Tesalonicenses

5 Referencias

1 Pablo y los tesalonicences
1.1 Ciudad de Tesalónica

Tesalónica era la capital de la provincia romana de Macedonia. Su nombre fue un homenaje a la esposa del general Casandro, quien, en el 315 a.C., trasladó varias aldeas y las estableció junto a una antigua terma, ubicada al fondo del golfo Termaico.

En el 168 a. C., Tesalónica, ya bajo el dominio del Imperio Romano, acogió la construcción de la importante Via Egnatia, convirtiéndose en un lugar indispensable para la logística militar y comercial entre Roma y Oriente.

A mediados de siglo. I d.C., Pablo encontró en la ciudad un ambiente de prosperidad comercial, cultural y política, con una población heterogénea y sincretista, que aprovechaba la pax e securitas que brindaba el Imperio Romano.

1.2 Comunidad cristiana

El grupo cristiano de Tesalónica era joven y pequeño. Alrededor del 49/50 d.C., Pablo y sus compañeros llegaron a la ciudad (Hch 17, 1-10) y fundaron una pequeña comunidad, pero después de algunos problemas con los judíos que residían allí, los misioneros abandonaron la ciudad y fueron a Atenas y Corinto (Hch 17,10-15; 1 Ts 2,17; 3.1).

Entonces, Timoteo regresó a la comunidad (1 Ts 3,2) y se dio cuenta de que la rápida evangelización no había sido perfecta y los miembros de la comunidad mostraban dudas e inquietudes. En un intento por responder tales preguntas y animar a los cristianos, entre los años 49-51 d.C., Pablo escribe, en Corinto, la Primera carta a los Tesalonicenses, considerando la imposibilidad de regresar a la comunidad (1 Ts 2,18) y la necesidad de completar lo que faltaba en la fe de los tesalonicenses (1 Ts 3,10). Esta es la carta más antigua escrita por el apóstol.

Unos años más tarde, se escribió la Segunda Carta a los Tesalonicenses, que la mayoría de los estudiosos consideran deuteropaulina. El texto es muy similar al primero, ya que refuerza los principales conceptos teológicos propuestos en un intento por dilucidar las mismas cuestiones escatológicas.

2 Estructura de las dos cartas
2.1 Propuesta literario-epistolar

Las dos cartas se dividen tradicionalmente en dos partes, según un modelo literario-epistolar que privilegia la estructura básica de una carta: el praescriptum, el extenso cuerpo de la carta con el amplio desarrollo del contenido y el postscriptum. Aquí está la propuesta estructural siguiendo el modelo literario-epistolar.

Primera carta a los tesalonicenses
Primera parte
1,1 Praescriptum – destinatarios y saludo inicial
1,2–3,10 Agradecimientos y recuerdo del paso por Tesalónica
3,11-13 Oración conclusiva
Segunda parte
4,1-12 Instrucción sobre la santidad y el amor
4,13–5,11 Instrucción escatológica
5,12-22 Exhortación pastoral
5,23-24 Oración conclusiva
5,25-28 Postscriptum – Saludo final
 
Segunda carta a los Tesalonicenses
Primera parte
1,1-2 Praescriptum – destinatarios y saludo inicial
1,3-12 Exhortación a la confianza
2,1-12 Instrucción escatológica
2,13-15 Exhortación a la perseverancia
2,16-17 Oración conclusiva
Segunda parte
3,1-5 Oración inicial
3,6-15 Otras exhortaciones
3,16-18 Postscriptum – Saludo final
2.2 Propuesta retórica

Además de la perspectiva literario-epistolar, algunos autores presentan el contenido según las cinco etapas del análisis retórico: inventio (inventario), dispositio (ordenamiento), elocutio (expresión), actio (acción) y memoria (memoria).

Tal propuesta enriquece el planteamiento de ambos escritos, sin embargo fuerza dentro de un esquema rígido lo que, en principio, eran cartas que privilegiaban la comunicación entre el autor y sus destinatarios y no discursos que buscasen convencer al público. La perspectiva retórica es esencial en la comprensión global del texto, sin embargo debe integrarse con la literario-epistolar.

3 Teología

La Primera Carta a los Tesalonicenses es el texto más antiguo de Pablo, por lo que su teología aún se encuentra en una fase inicial. La carta no tiene planteamientos doctrinales comparables a los de las grandes cartas, como la justificación por la fe (Rm), la diversidad de carismas (1Cor) o la libertad cristiana (Gl). Pablo trata superficialmente temas que se desarrollarán más adelante y tiene la escatología como su enfoque principal. El contenido de la Segunda carta a los Tesalonicenses es similar al de la primera, por lo que ambas cartas se consideran la principal fuente paulina de temas escatológicos como la muerte, la resurrección y la Parusía.

3.1 Líneas teológicas principales

Ambas cartas dedican gran atención a la teología escatológica. La esperanza cristiana era una de las dudas que llevó a Pablo a escribir a la comunidad. La escatología está directamente relacionada con la Parusía, ya que la posible venida del Señor pronto provocó preocupación y, al mismo tiempo, una crisis de esperanza en la joven comunidad.

Pablo también destaca la teología de la elección. Las secciones escatológicas de la primera carta (4, 13-18; 5, 11-11) usan una fuerte terminología apocalíptica que no pretende la literal descripción de los acontecimientos al final de los tiempos, sino que busca reforzar la conciencia comunitaria de que ellos están preparados para tales acontecimientos, ya que fueron elegidos por Dios. En definitiva, la teología de la elección señala que los miembros de la comunidad fueron elegidos por Dios antes de la llegada de los evangelizadores, porque la elección es un acto de amor que elige personas para la santidad.

La segunda carta retoma la Parusía presentada en la primera, sin embargo enriquece la exposición escatológica con la indicación del juicio de opresores y oprimidos (1,6-10), la mención de la futura apostasía (2,3), la cita del Anticristo que se revelará (2,3-4) y la manifestación del misterio de iniquidad (2,7-10) .

3.2 Líneas teológicas menores

El praescriptum de las cartas presenta al grupo de misioneros como apóstoles (1 Ts 1,1; 2 Ts 1,1-2) que realizan una actividad colegiada, aunque el sujeto y la voz verbal en primera del singular se utilizan en otras partes de los escritos (1 Ts 2,18 ; 3,5; 5,27).

Las cartas también presentan un recordatorio constante de los lazos de amistad que existían entre los remitentes y los destinatarios; expresan un marcado acento eclesial, ya que a los tesalonicenses se les llama “Iglesia” y son elegidos para estar unidos; así como, relatan una primitiva profesión de fe  (1 Ts 1,9-10; 4,14) y contienen las virtudes teologales (1 Ts 1,3; 5,8) que conducen a específicas actitudes  de comportamiento como la necesidad del trabajo (2 Ts 3, 6-12) y la corrección fraterna (2Ts 3,13-15).

4 Contenido
4.1 Primera carta a los tesalonicenses

La primera parte del texto tiene un praescriptum justo al principio (1,1), algo que caracterizaba las correspondencias antiguas al presentar el nombre de los remitentes, los destinatarios y un breve saludo inicial. Después, el autor inicia algo que también caracterizará sus sucesivas cartas: el agradecimiento (1,2-3) por todo lo sucedido en la rápida evangelización, cuyos elementos principales fueron las dificultades con los judíos, el deseo de una nueva visita, la visita. hecha por Timoteo y la buena noticia traída por él (1,4–3,10). La primera parte concluye con una oración (3,11-13).

La segunda parte deja a un lado los recuerdos y presenta una serie de exposiciones que tenían como objetivo resolver las dudas de la comunidad. La instrucción sobre la santidad y el amor (4,1-12) es una invitación a vivir con responsabilidad para seguir progresando en la fe, a pesar del sincretismo y la inmoralidad que permean la ciudad; El amor fraterno se ve como fundamental en esta propuesta de vivir la moral cristiana, ya que es una ayuda recíproca para vivir la elección a la santidad. La instrucción escatológica (4,13-5,11) se divide en dos partes, que son los textos más comentados y estudiados de toda la carta. En primer lugar, la Parusía (4,13-18) consistía en la visita oficial de un importante personaje que llegaba en procesión a una ciudad; Pablo usa el término y lo presenta como la visita de Cristo al final de los tiempos para resucitar a los muertos y arrebatar a los vivos, ya que el conocido ritual de la Parusía imperial hace que sea fácil de entender que, al final de los tiempos, todos irán al encuentro del Señor. En segundo lugar, el Día del Señor (5,1-11) contrapone el grupo de cristianos que se preparan para el fin de los tiempos con los demás, que viven el presente con exageraciones y sin pretensiones escatológicas, para los que no sería necesario hacer cálculos sobre cuando ocurrirá el fin de los tiempos, sino vivir bien el presente, sin preocuparse por el retraso de Parusía. La exhortación pastoral final (5,12-22) es una antología de consejos para mejorar la relación entre los miembros de la comunidad y sus líderes; el amor y el respeto sirven para superar los problemas de relación y colaborar en la organización de la joven comunidad. Una oración concluye la segunda parte. (5,23-24).

El postscriptum (5,25-28), finalmente, cierra la carta y recomienda que sea leída por todos. Este simple recordatorio hace que la comunidad lo preserve y, sucesivamente, lo pase también a otras comunidades. Este hecho hace que la carta sea conservada y, posteriormente, integre el canon del Nuevo Testamento, pues era conocida por las principales comunidades cristianas primitivas.

4.2 Segunda carta a los Tesalonicenses

La primera parte de la carta se inaugura con la repetición del praescriptum similar al de la primera carta (1,1-2). Luego, los autores hacen un agradecimiento, incluso ante la persecución sufrida, dejando de lado la típica entonación personal de la primera carta y preparando la interesante presentación apocalíptica del juicio escatológico de opresores y oprimidos (1,3-12). La instrucción escatológica (2,1-12) menciona la decisiva manifestación de Cristo contra el adversario con la petición de evitar el alarmismo inútil de quienes están inquietos y decidieron esperar el fin de los tiempos dejando a un lado sus tareas. En este sentido, la exhortación a la perseverancia (2,13-15) valora el presente y quita la excesiva atención al futuro. La primera parte concluye con una oración (2, 16-17).

La segunda parte incluye elementos que podrían provenir de otras fuentes, ya que repiten resumidamente lo ya fue mencionado en la propia carta: una nueva oración (3,1-5), una exhortación al trabajo (3,6-12) y una exhortación a corrección fraterna (3,13-15). El postscriptum (3,16-18) cierra la carta con los deseos de paz, reconciliación y buenas relaciones comunitarias.

Diones Rafael Paganotto, oad . Texto original en portugués. Somisión: 02/02/2021. Aprobación: 10/02/2021. Publicación: 24/12/2021.

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